TRADICIONES DE MI PUEBLO!
LOS REYES
La vieja leyenda de nuestros tatarabuelos cuentan que mucho antes de que se fundara Santa Catarina, los primeros pobladores venidos de Centro Amèrica y de otras partes del mundo, por mencionar algunos, Africa, en su mayoria aventureros en busca de un tesoro que supuestamente guardaba celosamente en sus entrañas el cerro El Nambiyugua, adoraban a este gran coloso mediante sacrificios humanos y ofrendas florales que eran esparcidos al pie del Guardian de la hoy gran ciudad de Villaflores. El Nambiyugua, que no es mas que un gran Simio llamado Maykumbioyà convertido asi por desobedecer al Gran Rey, de Reyes, el Rey de los Simos quien gobernaba las selvas pobladas de monos y aves de todas las especies.
La leyenda fraylescana que esta nutrida de una serie de acontecimienos desconocido por ente alguno, hacen saber que en esos tiempos del dominio del Rey de los Monos, un poderoso de mas de 500 kilos con una altura que pasaba de los dos metros cincuenta centimetros---un gigantòn--en la hoy llamada La Sirena, era habitada por Sirenas que habian abandonado los mares para poblar esta gran selva hoy denominada la fraylesca. Cuenta tambien la leyenda que en Maczumon existìa un gran pozo en donde reynaba el Rey Negro, por eso hoy en nuestros tiempos se le llama LA Poza del Negro. Los tres reyes que dominaban o gobernaban la hoy fraylesca desaparecieron para siempre.
Pero volviendo a nuestra Leyenda del culto que le rendian al Nambiyugua, cuentan que en una ocasion este cerro se enfurecio e hizo temblar a la tierra. Los àrboles se derrumbaron, la tierra se abrio, el hoy rio Los Amates salio de su cause hasta inundar a todo lo que le rodeaba. Fue en verdad una hecatombe que destruyo todo lo que era vida. ¿Y que paso con los que le rendian culto?, la leyenda dice que a ellos los castigo convirtiendolos en àrboles, a las mujeres en cotorras, a los niños en zenzontles, canarios y otras hermosas aves que poblaron la antes Selva Fraylescana.
Las Sirenas abandonaro el paraiso ante las amenazas de los labriegos de destruirlo para convertirlo en tierras para la siembra de maiz. La famosa Poza del Negro, solo quedo arena, lodo, porque tambien fue destruido. Esta es una gran leyenda de mi pueblo al que venero, le rindo culto y homenaje a su siempre belleza. Al Cerro Nambiyugua, Cerro Mono o MAYKUMBIOYA , le rindo pleitecia porque siempre, siempre ha sido mi inspiracion. A el, a este majestuoso cerro lo considero parte de mi vida porque siempre le e visto de frente, yo pidiendole perdon y`el, de igual forma, pide fin a su castigo para que se cumpla su deseo de ser mañana y hoy Rey de Reyes .archilagomez@hotmail.com. abril 23 de 2008.
----------------------------------------------------------------------------
LOS ANALISIS DE LA TIA CONCHITA
Alla por los años de l960 no existian aqui en Villaflores como ahora los Laboratorios de Analisis Clinicos, por lo que los pacientes se las tenian que ver en Tuxla para hacerse los estudios de acuerdo a las instrucciones de los mèdicos. Un paciente acudia al mèdico y èste le daba la orden u ordenes de analisis por lo que de inmediato acudia a un Laboratorio para que le dieran las indicaciones y, desde luego, los recipientes tanto para el popò como para la pipi.
Doña Conchita muy ordenada en sus tratamientos mèdicos, acudio al referido Laboratorio para consultar, pero como no habia embases le pidieron que en una botella bien decinfectada llevara su orina y en otra el escremento. ¿de acuerdo?, le dijo la muchacha vestida toda de blanco. Si, señorita, contestò la tia Conchi, la muestra es hasta dentro de l5 dias, dice la orden. Asi es, reafirmo la enfermera.
Doña Conchi como vivia en Villaflores y los estudios serian en Tuxtla, tomo el avion de la una de la tarde de regreso, cuidando celosamente la receta del doctor y bien grabada en su mente el dia que acudirìa hacerse los analisis clinicos. Llegando a casa le dijo a su esposo don Gabriel, hoy tamos a l5 de marzo, el dia 30 me voy a ir otraves a Tuxtla llevando orin y caca para que lo analicen. Son ordenes del doctor, asi que acordate y de una vez apartà mi boleto con don Sebastian en el avion que sale temprano, a las seis. porque a mas tardar a las nueve tengo que estar con el analista. Si pue, contesto don Gabriel.
Un dia antes de la partida a Tuxtla, doña Conchita se levantò a las doce de noche, pujando y pujando empezo con hacer la popo llenando un gran recipiente que habia herbido tal y como se lo indicaron. En lo que era la orina ya habia llenado una botella de Cinzano de a litro cuyo recipiente lo llenò todito hasta el tope. Ambas muestras los echò en un morral de cuero. Como el avion llegaba a las seis de la mañana, de inmediato se alistò y don Gabriel la acompaño al campo. Efectivamente a las seis de la mañana llegò el avion piloteado por el Cap. Guillermo Mesner. Su esposo la despide con un beso no sin antes decirle, que Dios te cuide.
Llegando a Tuxtla toma un turismo, asi se le llamaba en aquellos tiempos a los taxis. Llevemestè al laboratorio que està en esta direccion. Si señora, dice amablemente el taxista. A la llegada al Laboratorio le dice, "son dos pesos, señora", paga y "hasta luego". Doña Conchi entra muy complacida al Laboratorio y le dice a la enfermera, "ya estoy aqui señorita". Trajo usted las muestras, señora?, dice la muchacha. Si aqui la traigo. Abre cuidadosamente el morral de cuero y de su interior saca la botella de Cinzano de un litro para entregarcelo a la susodicha enfermera y un gran recipiente que contenia la caca o sea, el escremento. La muchacha incredula a lo que estaba viendo se rie discretamente de la ignorancia de nuestra paisana. Es mucho todo esto y luego la botella trae residuos de basura al igual que el recipienta en donde habia guardado la popò.
Doña Conchita, ¿ya comio o bebio algo", quevacè, toy en nayunas, responde. Que bueno. Quiero que me haga usted favor. vaya al baño. En esta botellita me hace usted el bien de introducir un poquito de orina y en este otro embase un poquito de popò. Sentencia la enfermera. <Hijole, pues si ya no tengo ganas. Toda la madrugada me pase llenando los envases. Y ahora que hago?, dice afligida doña Conchi. En fin, al cabo de una hora sale con el cumplido de haber llenado ambos frascos de lo solicitado para ser analizado. ¡Y ahora que hago con lo que traje?, valla y tirelo en aquel basurero que esta en la esquina.
Al medio dia le entregan los resultados. Lo lleva al Doctor y le dice, "los resultados, doña Conchi, estan bien no tiene usted absolutamente nada. La felicito, regrese a su casa y siga, como dice usted, comiendo chipilin que mata las lombrices. Doña Conchi toma el avion de las cinco de la tarde. Llega a su casa, se cienta en la butaca riendose de la odisea que viviò con eso de los analisis clinicos. Y colorin colorado. que este cuento terminò archilagomez@hotmail.com. Mayo 23 de l989.